Akasavajri Martha
semblanza
Me gusta pensar que soy alguien con una curiosidad que parece que nunca acaba. Algunas de las personas que me conocen y estiman, me dicen que ‘tengo una mente inquieta’; otras me dicen que soy ‘muy intelectual’; unas más me dicen que ‘les gusta mi pasión por la corporeidad’. Con todas coincido. Mi mente es inquieta y curiosa. Me gusta ‘saber’. Me gusta ‘investigar’. Me gusta ‘entender cómo funcionan las cosas’. Disfruto mucho encontrar un tema (a veces pienso que los temas me encuentran a mi), explorarlo, encontrar sus componentes, explorar sus orígenes y su razón de ser. Lo que más me gusta es poder comunicar un tema a otras personas.
Soy una apasionada de las ciencias contemplativas, de la meditación y del mindfulness. Por ello, desde hace más de dos décadas las exploro. Me apasiona e intriga el Budadharma (la enseñanza del Buda), y he sido practicante activa del mismo por 25 años. No conozco todo el Canon Budista, pero si estoy versada en las enseñanzas centrales del Buda, y en la evolución de su comprensión y práctica a lo largo de más de dos milenios. También practico día a día para vivir y encarnar esas enseñanzas lo mejor posible.
Para profundizar el conocimiento y la práctica del Budadharma, después de mis estudios de posgrado en The Nottingham University, por más de 10 años viví en comunidades semi-monásticas afiliadas a The Buddhist Triratna Community, en el Reino Unido. En 2006 recibí ordenación dentro de la Triratna Buddhist Order en Escocia, y por más de 20 años serví en sus instituciones tanto en el Reino Unido como en México. Sin renunciar a mi ordenación, desde 2014 vivo y practico un Budismo más secular, menos institucional, más al estilo que promueven Stephen y Martine Batchelor.
Originalmente estudié psicología, y a lo largo de tres décadas he estudiado las principales corrientes, desde la psicología cognitivo conductual y el psicoanálisis (de Lacan principalmente), hasta la psicología arquetípica de Jung y Hillman. Mi manera de pensar a la psicología moderna ha sido influenciada por el pensamiento de James Hillman, Ken Wilberg e Irvin D. Yalom. Por supuesto que, actualmente, profesionalmente me desempeño como psicoterapeuta.
En 2002, todavía viviendo en Inglaterra, comprendí que Mindfulness es un puente ideal entre las enseñanzas del Buda y la psicología contemporánea; por ello, decidí enfocar mi energía a un proceso de comprensión y profundización que sigue hoy en día. Por 12 años practiqué y enseñé mindfulness en contextos primariamente budistas, y desde 2014 lo hago en contextos seculares.
Al llegar a su fin el ‘ciclo inglés’, como le llamo, en septiembre del 2008 regresé a México, después de 15 años de ausencia. A partir de ese año y hasta julio de 2014, participé en las instituciones de la Comunidad Budista Triratna, a través del Centro Budista de la Ciudad de México, Buda Mándala, Comunidad Budista de Pachuca, y soy co-fundadora del Centro Budista de Cuernavaca.
En referencia a la ‘corporeidad’, mi práctica personal y mi enseñanza empieza con un enfoque contemplativo basado en el cuerpo. Me gusta sentirlo, moverlo y disfrutarlo. Me gusta mucho llevarme a caminar a parques, bosques, playas y montañas.
Entre otras cosas, también me interesa estar enterada de qué es lo que mueve al mundo. Los temas a los que le pongo más atención son: tecnología, globalización, cambio climático y geopolítica. Me da la impresión de que esos temas son básicos en el mundo contemporáneo. Les pongo atención, porque lo que pasa en esa esfera de lo social nos afecta a todas y a todos.
También me gusta aprender y enseñar tomando siempre en cuenta el contexto social y la manera en que mindfulness, la psicología, el budismo y la neurociencia (principalmente) pueden contribuir a ayudar al florecimiento de las personas y de las comunidades, así como al cuidado del medio ambiente.